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El Legado de Carlos Barrios

La Dalia en su nacimiento, 1885, fue situado en una zona de pujante comercio exclusivo, una zona que veía la mayor opulencia de una ciudad capital que florecía al mejor estilo europeo; sin embargo, la estructura original del edificio que era completamente de madera,  fue destruida por un incendio a principios de 1900, Posteriormente, el inmueble fue levantado otra vez, en esta ocasión, como se le llamara en ese momento “un edificio de cemento y hierro” es decir, en concreto armado en 1915 bajo la tutela arquitectónica de la firma de italiana A&A Farracutti, y de esta forma ser el espacio designado para un almacén y para ser  Club Español, un lugar que años después también sería sede del Club de Prensa de nuestro país. Finalmente, la edificación de influencia arquitectónica Art Noveau, daría cabida al negocio que le daría posicionamiento y vida, y que lo convertiría desde esa época, en la punta de lanza del entretenimiento al interior del Centro Histórico.

 

Los cambios sociales a los que se vio sometido nuestro país, sirvieron de motor para traer a la zona nuevas dinámicas de vida, propiciando de esta forma migraciones, de las personas que habitaban el centro histórico hacia los confines de la capital, y por otro lado, migraciones que trajeron nuevos habitantes al centro histórico, estos últimos, provenientes del interior de la nación.  Es de esta forma que Club La Dalia, se dio la tarea de someterse a estos cambios, convirtiéndose un lugar que reunía la clase social alta, para luego recibir una clase social obrera. 
 

Muchos fueron los años en los que La Dalia, valiéndose de los principios de la resiliencia, se mantuvo de pie, como en un letargo que buscaba la oportunidad perfecta para resurgir. La Dalia además, obedece a un proceso social muy peculiar, en el cual, jugó un papel importante para sentar bases, su antiguo propietario y administrador el señor Carlos Barrios, a quien cariñosamente le llamaban “El Playo”, cuyo trabajo íba más allá del simple hecho de mantener en pie un billar, su visión, era la de ayudar, y la de construir una familia al interior del establecimiento, es por ello que hasta la actualidad, su nombre aún es mencionado con nostalgia, cariño, respeto y admiración, luego de su fallecimiento la Dalia pasa a manos de su hija.

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En el 2010 el Señor Jose Luis Villeda toma las riendas del negocio, el cual es parte importante en todo su proceso. La Dalia ha tenido muchas dificultades en el camino y a fuerza de arte y cultura, se logró permear las actividades negativas y antisociales, que se gestaban en el centro histórico de San Salvador, generando así una forma distinta de control al interior del local. Para el año 2018, Club Social La Dalia, ya contaba con un equipo de personas que querían apoyar el renacimiento del centro histórico de San Salvador y rescatar la historia del lugar con cimientos necesarios para seguir el trabajando, como se ha hecho ininterrumpidamente desde hace más de ocho décadas, dando como resultado un hito histórico en nuestro país.

 

Esta es por tanto, una historia de vida, se trata de revitalizar este espacio cultural, por lo que es, un espacio donde se reúnen músicos y poetas, escritores y pintores para departir con su público, ofrece además música y baile entre sus bondades para el transeúnte, el visitante habitual que viene para una “mesa” o simplemente para disfrutar de la vista hacia la Plaza Libertad y sus alrededores.

 

El Billar La Dalia que en sus años de apogeo recibió a importantes personajes como Pedro Infante, Luis Aguilar y Lucha Villa , Aniseto Porsisoca, Alfredo Espino, Claudia Lars, Salarrue y muchos personajes emblemáticos, creando asi un lugar incomparable lleno de muchas historias en donde las generaciones y las clases sociales se juntan y disfrutan de un mismo entorno.

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